sábado, 10 de septiembre de 2016

Del Amar, Querer Amar y del Correr

La imagen puede contener: océano, cielo, una o varias personas, exterior y naturaleza

"¿cómo quieres que te quiera si el quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera?" genial trabalengua de mi infancia.
Hace un rato me acordé de él porque revisando mi existencia, me he encontrado con una conducta amorosa que no he leído en ningún libro:
El tipo (o la tipa, talvez) que te quiere, pero no te quiere querer, que te ama incluso, pero no te quiere amar. Y mientras más te ama, más se odia a sí mismo por amarte (hey! la Joan Jett ya lo decia!!)
Pero esto no ocurre sólo porque alguien sea como llos testículos, sino que a veces, pocas, supongo, porque uno es demasiado loco, raro, intenso, vanguardista, y más de alguna hueá rara supongo (hablar sólo, por ejemplo, olvidarse de peinar el pelo...) que caracteriza a los espíritus ultracreativos, pero para la norma, ayayay, uyuyuy...
El asunto es que muchas veces uno es raaaaro, se sale demasiado de la desviación standar y los otros pueden temer que ellos peligran por estar cerca de uno, por que en cualquier momento uno puede desarrollar su verdadera personalidad de asesino en serie.
Y uno, sin enterarse de éso, anda por la vida tan campante como Gollum, o como el jorobado del "cumpleaños de la Infanta", porque uno-no-sabe-las-cicatrices-que-tiene, no las sabe, no las ve, aunque puedan verlas todos los demás (e-busque "ventana de johari" para más información)... o talvez no...
...talvez no porque nadie quiere ver, todos quieren mostrar un rostro lindo, una máscara común aunque imposible, porque todos quieren ser el más bonito, el más exitoso, el mejor.
Pero a los locos de mi tipo no nos interesa en absoluto ser el mejor, porque sabemos que no hay individuo posible capaz de encarnar lo que pueden hacer dos siendo lo mejor que pueden ser, o tres, los iluminados, o TODOS!!!! Sí, los locos de mi especie esperamos, porque hemos tenido esa visión de un mundo donde todos brillan (todos brillas), y eso asusta. Esa visión te da una intensidad y un brillo que asusta,
pero
no es un brillo que cualquiera puede ver (el que tenga ojos para ver...)
Entonces, ese brillo asusta a los que lo tienen por ahí y aún no han pasado el umbral. Te quieren, pero no te quieren querer. Se alejan de ti como de Fukushima porque les recuerdas lo que ellos pueden ser....y no les gusta, porque no sabe, aún, ver bien.
Y vuelven a sus vidas rutinarias, y te extrañan, pero se hacen los lesos, y te recuerdan, y cuando se encuentran contigo puedes ver cómo se renueva la pelea, cómo quieren ir y abrazarte, y salir corriendo de sí mismos.
A ésos, en este escrito, los abrazo, les regalo un poquito de esa luz (que no es mía, es orgón, pertenece a la Vida) y los dejo que salgan corriendo, con amor. Porque sabes qué? aquí el único tessoro, es la vida que brilla, la fuente que hace desde cada centro.
Y en el fondo de mi alma, hay un recordatorio que dice: descanse y corra en paz; lejos, en el centro, las raíces...
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