La visión sobre el poder de Steiner es típicamente transaccionalista
ya que recoge una de las aportaciones, en mi
opinión, más importantes del modelo berniano: es a la vez
intrapsíquica y relacional.
Para Steiner el mal uso del poder consiste en utilizarlo para
controlar a las otras personas. Estas relaciones manipuladoras
se manifiestan en los juegos de poder en sus diversas
formas (intimidación, mentiras, «todo o nada», control pasivo),
y pueden tener éxito gracias a la vulnerabilidad de las
personas a causa del «Padre Cerdo» llamado ahora «Enemigo»,
entendido como la voz de nuestro guión que nos obliga
a tener comportamientos que libremente no escogeríamos.
El crecimiento personal consiste, pues, en evitar los juegos
de poder, tanto los iniciados por uno mismo como los
que nos llegan de los otros (nivel relacional), para lo cual es
necesario saber controlar a nuestro «Enemigo» (nivel personal).
Pero Steiner, va más allá y propone las soluciones creativas
basadas en sistemas cooperativos como la forma realmente
sana de utilizar el poder. Las relaciones cooperativas
cierran el círculo en su modelo ya que contemplan el intercambio
sano de caricias positivas, la evitación de salvaciones
(juegos psicológicos) y ciertas habilidades comunicativas para
afrontar las situaciones emocionalmente difíciles.
(Lluís Casado Esquius
Barcelona, octubre de 2008)
....................
6. CLASIFICAR LOS JUEGOS DE PODER
Difícilmente notamos cómo trabaja la dominación, ya que
estamos inmersos en ella desde el nacimiento. Cuando la
dominación es manifiestamente física es difícil equivocarse;
no hay nada sofisticado en un puñetazo en la cara. Pero la
sutilidad física o psicológica de algunos juegos de poder los
hace no siempre fáciles de detectar.
Si queremos contrarrestar el control irracional o el abuso
de poder de una manera efectiva, necesitamos comprender
completamente cómo funcionan los juegos de poder. El valor
del Análisis Transaccional se puede ver aquí claramente.
Los juegos de poder son transacciones interpersonales. Con
el Análisis Transaccional podemos observar de cerca las maniobras
de las relaciones de poder, paso a paso, y analizarlas.
Una vez las comprendamos tenemos la oportunidad de calcular
cómo evitarlas en nuestras vidas; usándolas o siendo subyugados
por otros.
DEFINICIONES
La definición de poder, y esto es aplicable en todas las
ciencias, desde la energía física al poder de la psíquica, es «la
capacidad de crear cambios frente a la resistencia» y opuestamente
«la capacidad de resistencia al cambio».
Los juegos de poder pueden ser activos o pasivos. Los
juegos de poder activos son transacciones que usamos para
conseguir lo que deseamos cuando esperamos resistencia de
la otra persona. De modo opuesto, los juegos de poder pasi-
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vos son las transacciones que usamos cuando queremos resistir
los deseos de otros.
..........
.....
Cuando cometemos un error o cuando
estamos equivocados en una discusión nuestro Padre Crítico
nos bloqueará con caricias negativas si admitimos estar equivocados;
por consiguiente nos aferramos a nuestras opiniones,
estemos acertados o equivocados. Frecuentemente, las
personas incluso continúan argumentando algo que poco a
poco se van dando cuenta de que es incorrecto. Aún entonces
no pueden parar, ya que tomaron una postura y admitir
su error sería una amenaza de pérdida de caricias positivas y
un ataque del Padre Crítico. Este temor está tan presente que
ha llegado a ser una forma de vida para algunos: «Una vez
adoptada una postura, debe ser siempre defendida tanto si es
correcta como si no lo es», ya que cambiar de opinión es un
signo de debilidad e indecisión, un mal ejemplo para otros
que necesitan aprender a ser consecuentes. Esto es cierto en
la política, en los negocios, en asuntos familiares, en las relaciones
y en la educación de los niños.
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Las personas usarán los juegos de poder para adquirir estos
artificialmente escasos «artículos sentimentales» (estar
bien, amor, reconocimiento) en la misma forma que juegan al
poder para conseguir los bienes realmente escasos como la
comida, el refugio, y el dinero. Estos «artículos sentimentales»
son sólo insuficientes por la actuación del Padre Crítico, y
pueden ser liberados creando comunidades de personas cooperativas
en las que el Padre Crítico no ande suelto. En estas
comunidades cooperativas los juegos de poder y las transacciones
críticas del Padre Crítico no son permitidas, las
caricias son abundantes y las personas están más interesadas
en ser sinceras y en estar bien.
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8. CÓMO RESPONDER A LOS JUEGOS DE
PODER: ¿ESCALADA, ANTÍTESIS O
COOPERACIÓN?
No es suficiente con conocer los diferentes juegos de poder
que se usan. También es importante saber cómo responder
cuando nos los juegan para poder cuidarnos de ellos.
Escalada. Uno puede reaccionar a un juego de poder
con otro mayor. Pero responder un juego de poder con otro
es una estrategia fallida de escalada en la que cada juego de
poder será seguido en respuesta por otro aún mayor. Eso
puede continuar sin parar y sólo terminará cuando uno de los
jugadores se someta o sea asesinado.
Sumisión. Otra posible respuesta a los juegos de poder
consiste simplemente en someterse y seguir los deseos de
otra persona. Ésta es claramente otra estrategia fallida, aunque
en ocasiones la sumisión puede evitar enfrentamientos
innecesarios.
Pero a la larga, nadie sugerirá la sumisión como
una respuesta válida a los juegos de poder.
Antítesis. En vez de esto, si no queremos una escalada o
un sometimiento, podemos usar una antítesis; un procedimiento
táctico que se usa para neutralizar (en vez de escalar)
un juego de poder.
La antítesis es una forma verbal de arte
marcial que, como en el Aikido, enseña sólo la defensa y trabaja
movimientos no ofensivos. Para los juegos de poder del
tipo «Todo o Nada», la antítesis efectiva se basa en la capacidad
y el deseo de prescindir de esos bienes que se vuelven
escasos.
«Me gustan tus caricias, amor, trabajo, salario, seguridad,
pero no las necesito tanto» es la forma más efectiva de
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parar un «Todo o nada». Si se dice con convicción, tendrá el
efecto de colapsar la estrategia del juego de poder y preparar
el terreno para una negociación cooperativa sobre lo que se
quiera.
Una vez dicho, «No necesito tu coche, tu dinero, tu cari-
ño, etc.», la situación está aclarada para que pueda tener lugar
cualquier «toma y dame», donde ninguna de las dos partes
intente controlar la decisión de la otra persona.
La antítesis para «Todo o Nada» es más efectiva cuando
la escasez (incluida la psicológica) es artificial, como en la
escasez de caricias, o en las limitaciones creadas por los monopolios.
Esto se debe a que controlando nuestras necesidades
para los bienes artificialmente escasos, automáticamente
éstos se hacen más accesibles. Esto ha pasado en casos con
alimentos (especialmente con alimentos sin valor nutricional,
como el azúcar o el café) donde los esfuerzos de un cártel
por subir los precios fueron seguidos de una disminución del
consumo y la consiguiente caída en los precios. Esto funciona
igualmente cuando la ausencia de necesidad de caricias de
otra persona tiende a desinflar el juego de poder «Todo o
Nada», y hace las caricias más disponibles.
Por desgracia, la antítesis no funciona tan bien cuando
hablamos de carencias importantes. Esto es porque la verdadera
antítesis no es una fanfarronada, que es sólo un contrajuego,
sino un prescindir de algo que una vez quisimos y necesitamos.
Es difícil desechar cosas básicas como la comida,
un refugio o el trabajo, y cuando se nos juega en estas áreas,
puede ser necesario luchar con juegos de poder propios para
obtener lo nuestro.
La mera existencia de sindicatos y otros
grupos políticos de poder resulta efectiva para disuadir los
juegos de poder «Todo o Nada» de corporaciones y otras
instituciones poderosas. Por su apoyo implícito y real en defensa
de las personas, reducen el temor a la escasez que hace
que la gente se deje manipular.
Cuando el «Todo o Nada» se convierte en «Todo o Muere»
como con algunas dictaduras tipo la de Hitler, Stalin o
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Saddam Hussein, donde desmarcarse lo más mínimo significa
prisión casi segura y probable muerte, la antítesis se hace muy
difícil, ya que requiere no preocuparse por seguir vivo («Me
gusta estar vivo, pero no lo necesito»).
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De todas formas, cuando nuestro competidor esté firmemente
decidido a quitarnos todo a cualquier precio, la
única respuesta posible que funcionará para mantener lo que
es nuestro será la guerra.
http://www.jederlibros.com/El_Otro_Lado_del_Poder-Extracto-Claude_Steiner_Jeder.pdf
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