miércoles, 14 de septiembre de 2016

Fragmentos del Libro "El Otro Lado del Poder", de CLaude Steiner

La visión sobre el poder de Steiner es típicamente transaccionalista ya que recoge una de las aportaciones, en mi opinión, más importantes del modelo berniano: es a la vez intrapsíquica y relacional.

Para Steiner el mal uso del poder consiste en utilizarlo para controlar a las otras personas. Estas relaciones manipuladoras se manifiestan en los juegos de poder en sus diversas formas (intimidación, mentiras, «todo o nada», control pasivo), y pueden tener éxito gracias a la vulnerabilidad de las personas a causa del «Padre Cerdo» llamado ahora «Enemigo», entendido como la voz de nuestro guión que nos obliga a tener comportamientos que libremente no escogeríamos.

El crecimiento personal consiste, pues, en evitar los juegos de poder, tanto los iniciados por uno mismo como los que nos llegan de los otros (nivel relacional), para lo cual es necesario saber controlar a nuestro «Enemigo» (nivel personal).

 Pero Steiner, va más allá y propone las soluciones creativas basadas en sistemas cooperativos como la forma realmente sana de utilizar el poder. Las relaciones cooperativas cierran el círculo en su modelo ya que contemplan el intercambio sano de caricias positivas, la evitación de salvaciones (juegos psicológicos) y ciertas habilidades comunicativas para afrontar las situaciones emocionalmente difíciles.

(Lluís Casado Esquius Barcelona, octubre de 2008)
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6. CLASIFICAR LOS JUEGOS DE PODER Difícilmente notamos cómo trabaja la dominación, ya que estamos inmersos en ella desde el nacimiento. Cuando la dominación es manifiestamente física es difícil equivocarse; no hay nada sofisticado en un puñetazo en la cara. Pero la sutilidad física o psicológica de algunos juegos de poder los hace no siempre fáciles de detectar. Si queremos contrarrestar el control irracional o el abuso de poder de una manera efectiva, necesitamos comprender completamente cómo funcionan los juegos de poder. El valor del Análisis Transaccional se puede ver aquí claramente. Los juegos de poder son transacciones interpersonales. Con el Análisis Transaccional podemos observar de cerca las maniobras de las relaciones de poder, paso a paso, y analizarlas. Una vez las comprendamos tenemos la oportunidad de calcular cómo evitarlas en nuestras vidas; usándolas o siendo subyugados por otros. DEFINICIONES La definición de poder, y esto es aplicable en todas las ciencias, desde la energía física al poder de la psíquica, es «la capacidad de crear cambios frente a la resistencia» y opuestamente «la capacidad de resistencia al cambio». Los juegos de poder pueden ser activos o pasivos. Los juegos de poder activos son transacciones que usamos para conseguir lo que deseamos cuando esperamos resistencia de la otra persona. De modo opuesto, los juegos de poder pasi- 92 vos son las transacciones que usamos cuando queremos resistir los deseos de otros.
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 Cuando cometemos un error o cuando estamos equivocados en una discusión nuestro Padre Crítico nos bloqueará con caricias negativas si admitimos estar equivocados; por consiguiente nos aferramos a nuestras opiniones, estemos acertados o equivocados. Frecuentemente, las personas incluso continúan argumentando algo que poco a poco se van dando cuenta de que es incorrecto. Aún entonces no pueden parar, ya que tomaron una postura y admitir su error sería una amenaza de pérdida de caricias positivas y un ataque del Padre Crítico. Este temor está tan presente que ha llegado a ser una forma de vida para algunos: «Una vez adoptada una postura, debe ser siempre defendida tanto si es correcta como si no lo es», ya que cambiar de opinión es un signo de debilidad e indecisión, un mal ejemplo para otros que necesitan aprender a ser consecuentes. Esto es cierto en la política, en los negocios, en asuntos familiares, en las relaciones y en la educación de los niños.

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  Las personas usarán los juegos de poder para adquirir estos artificialmente escasos «artículos sentimentales» (estar bien, amor, reconocimiento) en la misma forma que juegan al poder para conseguir los bienes realmente escasos como la comida, el refugio, y el dinero. Estos «artículos sentimentales» son sólo insuficientes por la actuación del Padre Crítico, y pueden ser liberados creando comunidades de personas cooperativas en las que el Padre Crítico no ande suelto. En estas comunidades cooperativas los juegos de poder y las transacciones críticas del Padre Crítico no son permitidas, las caricias son abundantes y las personas están más interesadas en ser sinceras y en estar bien.
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8. CÓMO RESPONDER A LOS JUEGOS DE PODER: ¿ESCALADA, ANTÍTESIS O COOPERACIÓN?

No es suficiente con conocer los diferentes juegos de poder que se usan. También es importante saber cómo responder cuando nos los juegan para poder cuidarnos de ellos. Escalada. Uno puede reaccionar a un juego de poder con otro mayor. Pero responder un juego de poder con otro es una estrategia fallida de escalada en la que cada juego de poder será seguido en respuesta por otro aún mayor. Eso puede continuar sin parar y sólo terminará cuando uno de los jugadores se someta o sea asesinado.


Sumisión. Otra posible respuesta a los juegos de poder consiste simplemente en someterse y seguir los deseos de otra persona. Ésta es claramente otra estrategia fallida, aunque en ocasiones la sumisión puede evitar enfrentamientos innecesarios.


Pero a la larga, nadie sugerirá la sumisión como una respuesta válida a los juegos de poder. Antítesis. En vez de esto, si no queremos una escalada o un sometimiento, podemos usar una antítesis; un procedimiento táctico que se usa para neutralizar (en vez de escalar) un juego de poder.

 La antítesis es una forma verbal de arte marcial que, como en el Aikido, enseña sólo la defensa y trabaja movimientos no ofensivos. Para los juegos de poder del tipo «Todo o Nada», la antítesis efectiva se basa en la capacidad y el deseo de prescindir de esos bienes que se vuelven escasos.

 «Me gustan tus caricias, amor, trabajo, salario, seguridad, pero no las necesito tanto» es la forma más efectiva de 106 parar un «Todo o nada». Si se dice con convicción, tendrá el efecto de colapsar la estrategia del juego de poder y preparar el terreno para una negociación cooperativa sobre lo que se quiera. Una vez dicho, «No necesito tu coche, tu dinero, tu cari- ño, etc.», la situación está aclarada para que pueda tener lugar cualquier «toma y dame», donde ninguna de las dos partes intente controlar la decisión de la otra persona.

 La antítesis para «Todo o Nada» es más efectiva cuando la escasez (incluida la psicológica) es artificial, como en la escasez de caricias, o en las limitaciones creadas por los monopolios. Esto se debe a que controlando nuestras necesidades para los bienes artificialmente escasos, automáticamente éstos se hacen más accesibles. Esto ha pasado en casos con alimentos (especialmente con alimentos sin valor nutricional, como el azúcar o el café) donde los esfuerzos de un cártel por subir los precios fueron seguidos de una disminución del consumo y la consiguiente caída en los precios. Esto funciona igualmente cuando la ausencia de necesidad de caricias de otra persona tiende a desinflar el juego de poder «Todo o Nada», y hace las caricias más disponibles.

Por desgracia, la antítesis no funciona tan bien cuando hablamos de carencias importantes. Esto es porque la verdadera antítesis no es una fanfarronada, que es sólo un contrajuego, sino un prescindir de algo que una vez quisimos y necesitamos. Es difícil desechar cosas básicas como la comida, un refugio o el trabajo, y cuando se nos juega en estas áreas, puede ser necesario luchar con juegos de poder propios para obtener lo nuestro.

 La mera existencia de sindicatos y otros grupos políticos de poder resulta efectiva para disuadir los juegos de poder «Todo o Nada» de corporaciones y otras instituciones poderosas. Por su apoyo implícito y real en defensa de las personas, reducen el temor a la escasez que hace que la gente se deje manipular.

Cuando el «Todo o Nada» se convierte en «Todo o Muere» como con algunas dictaduras tipo la de Hitler, Stalin o 107 Saddam Hussein, donde desmarcarse lo más mínimo significa prisión casi segura y probable muerte, la antítesis se hace muy difícil, ya que requiere no preocuparse por seguir vivo («Me gusta estar vivo, pero no lo necesito»).

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De todas formas, cuando nuestro competidor esté firmemente decidido a quitarnos todo a cualquier precio, la única respuesta posible que funcionará para mantener lo que es nuestro será la guerra.


http://www.jederlibros.com/El_Otro_Lado_del_Poder-Extracto-Claude_Steiner_Jeder.pdf





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